http://elsellodecorrientes.blogspot.com/
153 Años después. Estudio y propuesta acerca de la creación de la cuño o matriz original del sello emitido en la provincia de Corrientes en 1856.
Revisado 164 años después.
Cuando pude advertir en mis sellos de Corrientes, los característicos trazos y señales que identifican a un grabado en madera, y di comienzo a los estudios que hoy presento me invadió una sensación extraña, como si retroceder 164 años en la historia me fuera permitido, como si fuera lo más normal del mundo. En 1988 me había sucedido algo parecido al tener en mis manos y reimprimir las planchas anuladas de los Rivadavias de 1864.
Muy pocos minutos me llevó “reconocer” las rarezas e historias que se habían escrito acerca de ciertas emisiones –Rivadavias por ejemplo- y también, dados algunos conocimientos que tengo, la forma y los materiales utilizados para hacer los originales de Corrientes y Barquitos. Muy pocos minutos...
Plancha de cobre fabricada sobre Rivadavias 5 centavos en 1862 en Londres y reimpresa en 1988. Reimpresiones –firmadas– Paley, 1988.
En 1988, el autor de este estudio reimprimió las matrices del 5 centavos rojo, 10 centavos (verdes) y el 15 centavos (azul). Este estudio publicado por Ediciones Esfera se puede ver en ......http://rivadavias1864paley.blogspot.com/
Replantear lo sucedido, y con ello enfrentar la opinión de decenas de importantes estudiosos, también para satisfacer mi curiosidad al revisar lo que parecía ser “cosa juzgada”, ya me está llevando más de treinta años. Y podría decirse que este aporte es nada más que un “work in progress”.
SÍNTESIS DE LA PROPUESTA DE ESTE ESTUDIO
Los originales –cuños o matrices– para los sellos de Corrientes y Barquitos fueron grabados sobre planchas de madera. Fueron xilografías.
En el caso de los “Barquitos” de Buenos Aires los sellos no fueron impresos desde la madera.
En el caso de los sellos de Corrientes, la primera emisión bien pudo haber sido impresa desde la madera original. En ese caso serían los primeros sellos del mundo impresos de esa forma. De todas maneras el objetivo de estos estudios es formular la teoría sobre la realización del grabado original.
LA CREACIÓN DEL PRIMER SELLO ARGENTINO. PROVINCIA DE CORRIENTES.
AÑO 1856
Algo de historia:
Ya están suficientemente divulgados los hechos referidos a emisiones, composiciones, fechas, papeles, colores, y los motivos por los que se hacía indispensable para el Gobernador Pujol, contar con los sellos en forma urgente. Las referencias históricas serán parte de la historia cuando quede en evidencia su importancia para aclarar y referirse al objetivo central de este estudio-propuesta, es decir, la creación del grabado original que a su vez dio origen a la matriz desde la cual se imprimieron los sellos.
El tema que presento es uno de los elementos menos tratados en la emisión de estos sellos. En los estudios del Dr. Marcó del Pont (1901) y en los del Dr. Lowey -creo que en la década de los setentas del siglo XX- y unos comentarios muy precisos del Sr Bose, y del Cap. Carlos Jewell, he encontrado algunas pocas referencias (y son casi siempre las mismas) sobre el hecho de la creación del sello en cuestión. Cuando revisé el caso de los Rivadavias de 5 cts, sucedió los mismo….a partir del Dr. Marcó del Pont, casi todos repitieron lo mismo.
Ciertas notas de la Revista filatélica de comienzos del siglo XX me remitieron a un estudioso (por nadie mencionado que yo sepa) el Sr L. Pérez Hernández que fue la única opinión directa y distinta, acerca la posible plancha con grabados en madera. ¡Sorprendente! Todos son ampliamente reconocidos menos el único que vio, supo, conoció o intuyó, lo que había sucedido.
Según entiendo, hay muy poco acuerdo sobre si la plancha que se encontraba en Corrientes era la original o es una realizada con base a la primera original. Digo encontraba, porque catorce años después me comuniqué con el bisnieto del Sr Matías Pipet y me explicó que hace muchos años que la mencionada plancha de impresión estaba “perdida”. Lo único que hay son las fotos reproducidas muchas veces por distintas personas y organizaciones.
Placa desde donde se imprimieron los sellos de Corrientes. (Es probable que sea la segunda placa)
En 1988 tuve la oportunidad de estudiar a fondo las características de los sellos de Corrientes y fue en ese momento que Oscar Podestá me animó a escribir sobre ello. Se me hizo evidente que todo lo que se había escrito era muy difuso. Comencé a escribir en 1990, y continué en 1996, 1998, 2008, 2009 con revisión en 2020. A menos que “ aparezca” la plancha de impresión aquí expongo los resultados de este aporte a la cuestión filatélica.
Los rasgos generales de los comentarios que expongo a continuación han sido repetidos (copiados unos de otros) desde que el primer investigador los puso sobre papel.
Cuenta esa historia que se le entregó al grabador una plancha pequeña de cobre para que preparara los clisés de impresión. Sólo un autor hace una referencia expresa: “… rompió la plancha en ocho pedazos, para facilitar el trabajo, ya que limpiar las zonas de cobre y dejarlas en blanco hubiera sido muy dispendioso”. Nadie, que yo sepa, ha profundizado en esa idea. Pareciera ser un pequeño detalle, y si me detengo en el, ya supondrá el lector que para mí tiene suficiente importancia. Es la primera actitud que tiene que ver con la realización en sí del grabado…un detalle técnico, no anecdótico.
Considero que fue uno de los pocos pensamientos válidos que quedaron olvidados por los estudiosos posteriores. El comentario implica tener algún conocimiento sobre técnica de grabado, ya que es obvio que con un buril era muy dispendioso limpiar todos los alrededores del clisé.
Lo que encontré elemental en agosto de 1988, sigue siendo la prueba definitiva que el sello de Corrientes, el primer sello emitido en la hoy República Argentina, no fue grabado sobre plancha de cobre sino sobre madera. Fue una xilografía.
Este hecho que convengamos en muy poco cambia el interés filatélico por este sello, lo convierte en el primer sello del mundo grabado de esta manera. Y eso, aunque no tenga algún mérito trascendente, si lo convierte en algo especial dentro del mundillo filatélico.
Este estudio sobre Corrientes está emparentado con el anterior sobre los “Barquitos” de Buenos Aires. Las explicaciones técnicas sirven a uno y a otro ya que se trata del mismo caso.
Investigación forense, la llamarán algunos; otros dirán que se parece a una serie de televisión, tan de moda en la actualidad, donde varios médicos, detectives y creativos de cualquier rama de la ciencia o de las artes, investigan “como se desarrollaron los hechos”… en este caso, la técnica y los materiales utilizados en el grabado original.
Como toda la información sobre los grabadores de una u otra matriz se ha contado lo mismo, sirven a este efecto las explicaciones técnicas de un estudio y del otro. En realidad es simple; la historia dice que a uno y a otro les entregaron metales para hacer grabados. Se suponen que los metales fueron…cobre en el caso de Matías Pipet (sellos de Corrientes) y a Pablo Cataldi (los Barquitos) le entregaron …nada. El se las arregló solo…o con cobre o con zinc o con acero….ya veremos el detalle.
ESTUDIO Y TEORIA SOBRE LA REALIZACION DEL GRABADO PARA CREAR EL PRIMER SELLO DE LA PROVINCIA DE CORRIENTES.
Algunos tipos de grabado
El grabado en cobre a la manera tradicional es el procedimiento donde un grabador INCIDE la plancha marcando el dibujo original y deja un surco. Ese surco es el que recibe la tinta de impresión y que luego es absorbida por el papel.
Hay otros sistemas que se pueden confundir con el anterior y es tratar la plancha grabada con ácidos y de la misma manera explicada antes, la tinta es recogida por el papel en una prensa calcografica.
El caso del sello de Corrientes no está hecho de esa manera ya que había sido especialmente pedido que fueran CLISÉS de impresión para imprimir en una normal prensa tipográfica existente en Corrientes en esa época.
Es decir, lo que se llama hacer un grabado en relieve, para que el rodillo deje la tinta en la superficie del clisé y desde ahí con una prensa tipográfica y por presión, el papel recogiera esa tinta. Usualmente los niños en el colegio utilizando herramientas rudimentarias hacen ese tipo de grabado. Se “llevan (extraen) las partes que quedarán en blanco” y dejan en la superficie de la madera o cualquier otro material, el lugar en el que el rodillo colocará la tinta.
Nota aclaratoria.
Todos los datos que aportaron los estudiosos no dicen algo que creo que conviene aclarar. Las matrices que le pidieron a Matías Pipet -y a Pablo Cataldi en el caso de los Barquitos-, eran para imprimir en forma tipográfica, es decir con un grabado en relieve, sea de metal o madera.
1-Ejemplo de depósito de tinta en un grabado en relieve para impresión tipográfica.
(Xilografías, clisés tradicionales)
2-Ejemplo de depósito de tinta en un grabado tradicional
El procedimiento se llama xilografía (grabado en madera) y así comenzaron a hacerse los libros, panfletos y otras publicaciones antes de la invención del tipo móvil, realizada por Johannes Gutenberg en 1450.
Luego de la invención Gutenberg, los grabados en madera acompañaron a los textos durante centenares de años. Grandes grabadores dieron brillo a esta técnica xilográfica (Durero, los grabadores japoneses) y se sigue utilizando aún, ya que es una forma de gran impacto para visualizar las líneas y los planos siempre blancas y siempre negras.
En el caso de este tipo de grabado, “los grises” son una ilusión óptica ya que están formados por “rayitas o puntitos” muy juntos para formar en el ojo, la imagen de tonos medios.
(el grabado de la derecha es de mi autoría, en 1965)
La historia y alguno de sus personajes
El por entonces gobernador de Corrientes Dr. Juan Pujol ante la apremiante necesidad de ingresos en las arcas del estado, encomendó a Pablo Emilio Coni, que por ese entonces ya era Director de la Imprenta del Estado de Corrientes, que desarrollara unos sellos postales para ser adheridos a las cartas como era costumbre en algunos países europeos. Cabe recordar (que el primer sello postal fue emitido en Inglaterra en 1840)
Se cuenta que al regresar de un viaje a Europa el gobernador Pujol trajo consigo una estampilla francesa con la efigie de la diosa Ceres, nombre latino de la deidad de la agricultura y pidió al mencionado Sr. Coni que utilizara esa imagen para hacer los primeros sellos de Corrientes.
Obviamente el gobernador no tenía ni la menor idea ni de grabado ni de detalles de impresión. Entre otras falsedades se dice que estuvo de acuerdo, en que no se utilizaría el sistema litográfico ya que era demasiado “sencilla su falsificación". (Ese detalle debe estar escrito en alguna parte porque se ha repetido hasta el cansancio y no hay decreto ni orden que lo pruebe). Todos los filatelistas que escribieron y/o estudiaron, repitieron…”Ojo con la falsificación litográfica…mucho ojo”. Los motivos del uso de la tipografía en lugar de la litografía, es parte de razonamientos muy posteriores, cuando se falsificaban sellos como pan de todos los días. Fue entonces que la misma idea se aplicó “retroactivamente” a los sellos de Corrientes impresos en el año de 1856. Hago mención de ese hecho porque mucho tiempo después se utilizaron en Buenos Aires, –ciudad mucho más grande y con varias imprentas–, durante la Confederación Argentina y luego ya formada la República Argentina, emisiones de sellos litografiados que fueron realizados con pocos reparos hacia la posible falsificación.
Quiero recordar que había en Corrientes aparentemente una sola imprenta y vivían no más de 60.000 personas. Había 28.000 blancos y 42.000 indígenas…. también creo que las prensas y piedras litográficas necesarias para la impresión no debían abundar y es probable que hubiera una sola en la misma Imprenta del Estado, que dirigía el señor Coni.
Para los investigadores.
1- Había materiales (piedras litográficas) y obviamente técnicos litógrafos en la imprenta y aunque se hubiera prohibido utilizar ese sistema –absurda y falsa idea– sí había dibujantes como para copiar la estampilla que se utilizó como modelo. Es un misterio que no se hayan utilizado.
2- Se menciona repetidamente que había soldadura para “juntar los clisés a la placa de metal que a su vez estaría fijada a la madera”, eso hace suponer que sí se hacían clisés.
3- ¿Una plancha de cobre en Corrientes en ese momento? ¿Porqué no? Donde tantos aspectos extraños han sucedido...qué le hace una raya más al tigre.
3- ¿Una plancha de cobre en Corrientes en ese momento? ¿Porqué no? Donde tantos aspectos extraños han sucedido...qué le hace una raya más al tigre.
ANTECEDENTES
Pedro Ferré, gobernador de la Provincia de Corrientes, introdujo la primera prensa de imprimir, procedente de Buenos Aires, en el año 1826, que fue instalada en el convento de Santo Domingo. Se la utilizó para la impresión de papel moneda y también para los mensajes entre el Poder Ejecutivo y la Legislatura y la Constitución de la Provincia y la de la República Argentina, (1824 y 1826).
La infraestructura de la Imprenta del Estado de Corrientes, estaba más que establecida como para que después de 30 años, llegara un “aprendiz” a realizar los grabados para hacer un sello. No tengo la información pero supongo que el papel moneda era impreso en forma litográfica o como sucedió pocos años después de manera calcográfica con planchas hechas en Londres.
En el mismo año de 1826 nacía en Francia Pablo Emilio Coni, quien se graduó en París como maestro impresor.
El Sr. Coni llegó a Montevideo en 1851 desde donde se trasladó a Paraná ciudad en donde trabajó en la imprenta del Ejército Grande, en la cual oficiaba de gacetillero Domingo Faustino Sarmiento. Allí se vinculó con Juan Pujol, gobernador de la provincia de Corrientes y sucesor de Pedro Ferré, quien le ofreció la dirección de la Imprenta Provincial para que la modernizara y volviera a ponerla en funcionamiento.
Paul Émile Coni se trasladó a Corrientes donde permaneció desde 1853 hasta 1859, reactivando la imprenta y ampliando el espectro de impresiones destinadas al estado.
Resulta importante anotar que como consecuencia de la importancia adquirida por la Imprenta del Estado, el Congreso autorizó al Gobernador Pujol a firmar un convenio con el propósito de definir la relación entre el Estado y el Editor, en el mes de abril de 1856, por un plazo de tres años. En el mismo, Coni se obliga a entregar al Gobierno 450 ejemplares del periódico, a publicar documentos e imprimir gratis toda clase de trabajos oficiales que se le enviarán, cobrando solo el papel utilizado. Detalle anecdótico pero significativo de la existencia de papel par imprimir periódico de fondo blanco y de calidad igual o superior al "sugar papel" empleado para la impresión de los sellos de Corrientes.
También se obliga a hacerse cargo de todos los gastos de mantenimiento. El Gobierno entrega todos los bienes que componen la imprenta, perteneciente al Estado y no cobrará alquiler por el local. El editor se obliga devolver todo en buen estado de conservación, incluido las mejoras que hubiere realizado. En el contrato se especifica que es indispensable para la marcha de la imprenta la asistencia diaria de los empleados, por lo cual estos serán exceptuados de todo servicio militar.
Mientras tanto…..
”Gauchitos”
A finales de 1855 el estado de Buenos Aires, que no formaba parte de la Confederación Argentina, decide la emisión de sus primeras estampillas. Se imprimen en enero de 1856 y eran cuatro valores postales con la imagen de un postillón (correo) cabalgando en dirección al sol.
Tenían los siguientes valores:
Cuatro, seis, ocho y diez reales. Pero el mismo gobierno que había autorizado su emisión, decide en julio del mismo año la adopción de una nueva moneda: el Peso reemplaza al Real por lo que dichos sellos, al tener impresa la vieja denominación monetaria no llegaron a entrar en circulación. Con ese comentario afirmo la idea de lo improbable que resultaba una imprenta competidora con la posibilidad de falsificar sellos de correo cuando aún estos no constituían un valor importante, y también a que las técnicas empleadas en la imprenta suponían conocimientos y posibilidades (¡se hacía papel moneda desde 1824!) que hacen aún más absurda toda la historia sobre la creación del grabado del cuño original.
El gobierno de Corrientes mantenía además, un servicio de correo que abarcaba toda la provincia y provocaba un gasto importante al erario público, razón por la cual en febrero de 1856 promulgó la ley que establecía el pago de un canon para el despacho de las cartas. Para poder recaudar los fondos, se necesitaba contar con una estampilla de franqueo, que sería la primera utilizada en el país.
Comparando las fecha de esta ley (febrero) y la del contrato entre el gobierno y Pablo Emilio Coni (abril), es fácil inferir que todo lo relativo a la impresión de los sellos, tendría que ser encarado por el último de los nombrados.
El primer paso para lograr su objetivo fue buscar al grabador que estuviese capacitado para realizar el grabado para la impresión. Ese detalle forma parte de las dudas antes propuestas; ya que había muchos recursos en la provincia, daguerrotipo, dibujantes, pintores, litógrafos, o sea profesionales en cada una de esas actividades.
El joven panadero Matías Pipet, fue nacido en Barcelona, por lo tanto catalán, como dicen los estudiosos filatelistas; el Cap. Charles Jewell y L. Lowey –rectificando su primera impresión– a los que me uno en opinión, y el Sr Risueño. Un descendiente dice que era francés como Pablo Emilio Coni. Alfredo Taullard en su Catálogo Histórico y Descriptivo de Sellos Postales de la República Argentina, el señor Stich en 1975 y el hijo de Pablo Emilio Coni aseguran la nacionalidad italiana de Matías Pipet
Alguien dijo que el Sr.Pipet llegó a Corrientes en 1853 o 1854, huyendo de Europa y especialmente de Milán, después de algunos hechos “non sanctos” que menciona el Cap. Jewell. También quedó escrito que Pipet era “panadero” (o repartidor de pan como dicen Deluca y Taulliard). Aparece en escena como única posibilidad para grabar las matrices para la impresión ya que, también se dijo sin aportar prueba alguna, había sido antiguo aprendiz en un taller de grabado.
Incomprensible que hayan tomado esa decisión salvo, y es parte de mi teoría, que fuera un caso de fuerza mayor, como más adelante trataré de comentar.
Sin mayores detalles, finalmente se decidió que la imagen de la estampilla fuese copia de la emisión francesa de 1849, con la efigie de la diosa Ceres, protectora de la agricultura…del trigo…o sea del pan. En todo caso lo de Pipet panadero fue una cuestión de predestinación.
Estoy, con este estudio, cambiando un poco la historia. Los datos que a continuación expongo, también están sacados de libros de historia. Todo vale, todo podrá ser corroborado o modificado. Es una muestra más de mi atrevimiento, pero juzguen ustedes si esta información no hace más extraño todo lo sucedido.
Información demasiado evidente:
…»Pero, para hablar de arte tendríamos que citar primero a nuestros aborígenes, nuestros naturales y ascendientes, los que, gracias a la acción instructiva de los misioneros jesuitas y franciscanos, vieron despertarse a la concepción artística y encausaron sus dotes o dones a la manifestación representativa, después de ellos sí podemos hacer referencia a la presencia de artistas plásticos, provenientes del extranjero unos, quienes aportaron sus conocimientos esenciales para el logro posterior de mejores horizontes culturales.
»Así, teniendo como referencia un trabajo realizado en nuestra ciudad, titulado “Catálogo razonado de pintores y escultores contemporáneos de la ciudad de Corrientes”, podemos citar al orfebre y grabador correntino Manuel Pablo Núñez Ibarra (1782- 1862), como el iniciador de la historia de las artes plásticas de nuestra ciudad y quien es considerado el iniciador de la iconografía nacional, por sus retratos de próceres realizados en Buenos Aires, donde también se constituyó como el primer profesor nativo de dibujo del país. Volvió y se instaló en Corrientes hacia 1845.
»Continuamos luego con el francés José Fonteneau (1803-1875) quien, radicado en nuestra ciudad, crea la primera escuela de dibujo y pintura durante el gobierno de Juan Pujol y en la misma sede del gobierno provincial, seguirán a éste el francés José Dumas (1854),
¡Además…la fotografía!
No sólo en Buenos Aires se podían realizar daguerrotipos, en 1846 el italiano Aristide Stephani abrió la primera galería en la ciudad de Corrientes, donde actuaron también Anselmo Fleurquin y Joaquín Olarán.
Parece que lo que sobraban en Corrientes eran dibujantes, pintores, y hasta fotógrafos, con los cuales podían reproducir un buen dibujo de la cabeza de Ceres. ¡Y eligieron a Pipet! Más me adentro en la historia menos entiendo lo sucedido con la confección del primer sello correntino.
Hasta antes de este estudio la historia contaba lo siguiente:
Quedó escrito que Matías Pipet grabó ocho clisés en cobre, trabajados en forma individual, todos parecidos, pero con variantes fácilmente reconocibles. Los ocho clisés, de 19 x 22 mm cada uno, se montaron sobre madera de lapacho (quebracho). La primera impresión se realizó en agosto de 1856, en la Imprenta del Estado y comenzaron a venderse el día 21 de ese mes. Lo anterior fue relatado una vez más para ayudar a la comprensión general de la situación y las características de los hombres que pasaron a la historia como los primeros impulsores y generadores de lo que hoy se conoce como el primero sello postal argentino.
PARA LOS INVESTIGADORES:
1. ¿Dónde está la plancha de ocho clisés que reprodujo De Luca en 1939 y, establecer si es la misma, con la que el Dr. Lowey imprimió una lámina? Me dijeron que en Alemania. La última información que tenía era de Leonardo Lowey y decía que estaba en poder de la familia Gallino Miranda en Corrientes (Martín Miranda facilitó la plancha para que Lowey reprodujera la imagen). Oscar Podestá en alguna ocasión dijo que la plancha ya no estaba en Corrientes y que el creía que tampoco estaba en Argentina.
En enero de 2010 me llega la noticia que en una caja fuerte de un banco, en la misma ciudad de Corrientes, se encuentra la plancha original.
2. ¿Dónde estudió grabado Pipet? Durante más de 100 años todos dicen lo mismo….”había estudiado o trabajado en un taller de grabado en Francia”. Pudo hacer cualquier cosa en esa imprenta, menos aprender a grabar. Con muy pocas clases a cuestas, no hubiera hecho ese horror de grabado. Ninguna prueba respalda esa afirmación.
3. El estudio que me pareció más "serio", es el del Dr. Leonardo Lowey, dada la cantidad de detalles que aporta y cierta firmeza en sus anotaciones. El Dr Lowey “dice que le dijeron” que se sabía de un recibo por la confección de la plancha de impresión de un tal José Figari.
Ese hecho ocurrió el 19 de Agosto de 1968 en la ciudad de Corrientes cuando el señor Palma, Director del Archivo de la Provincia de Corrientes, que dijo que la plancha fue grabada por José Figari, grabador italiano, pues él encontró un recibo de Figari. Lamentablemente en ese día el señor Palma no tenía a mano el recibo para mostrárselo.
No es aventurado proponer que ese recibo y los comentarios fueron verdaderos. El Sr Figari, fue el que confeccionó la plancha de impresión. Toda la confusión deviene de la palabra "grabada". Figari, muy probablemente, hizo la plancha de impresión en metal a partir de los clisés de madera hechos por Pipet.
Durante años he dudado sobre la autoría del grabado en sí, es decir la matriz original. Es tan elemental la obra, que coincido con lo que se afirma desde entonces, es decir, fue Matía Pipet quien realizó los ocho grabados, en madera. Un"grabador", como lo era Figari, no pudo realizar tal "estampicidio" con el sello de Corrientes.
Notas acerca del grabado con buril
Es la técnica por la que se construye el dibujo excavando
líneas sobre una matriz de metal. Se necesita gran control
del buril. Es una herramienta compuesta de un mango en
cuyo extremo se ha sujetado una pieza alargada, de metal,
con forma de cilindro al que se le han excavado dos caras
que se cortan en una arista y se ha afilado en bisel.
El Buril recuerda en su forma a un arado. Y el grabador lo utiliza de una manera semejante, haciendo surcos sobre la plancha, de manera que cuanto mayor es la presión que ejerce, consigue realizar una incisión más profunda sobre la plancha, lo que provocará que se aloje en ella una mayor cantidad de tinta.
El grabado a buril en metal o talla dulce, fue descubierto hacia la mitad del siglo XV. Es una técnica que al igual que la llamada “punta seca”, no requiere el tratamiento con ácido de la plancha. El grabado a buril, de bellos efectos y rica extensión de matices, desde los blancos apagados a los negros intensos, profundos, aterciopelados, por las cualidades de la materia y del procedimiento, constituye un oficio difícil y largo de aprender y un trabajo de meticulosa y paciente ejecución. Nota : Al tener los resultados a la vista, (los sellos impresos) es imposible ni siquiera imaginar que Pipet fuera capaz de hacer eso.
El grabado a buril en metal o talla dulce, fue descubierto hacia la mitad del siglo XV. Es una técnica que al igual que la llamada “punta seca”, no requiere el tratamiento con ácido de la plancha. El grabado a buril, de bellos efectos y rica extensión de matices, desde los blancos apagados a los negros intensos, profundos, aterciopelados, por las cualidades de la materia y del procedimiento, constituye un oficio difícil y largo de aprender y un trabajo de meticulosa y paciente ejecución. Nota : Al tener los resultados a la vista, (los sellos impresos) es imposible ni siquiera imaginar que Pipet fuera capaz de hacer eso.
Notas sobre el grabado en madera=Xilografía
Es la técnica de obtención de múltiples copias de la misma imagen, en la que se emplea como matriz una madera. Sobre la misma, se construye la imagen tallándola mediante "cuchillas y gubias", con las que se rebaja la superficie, obteniéndose huecos que serán las zonas que no recibirán la tinta. Cuando se ha terminado de tallar la imagen, se entinta la matriz con un rodillo, que deposita la tinta en toda la superficie de la madera, (los huecos tallados con las gubias no reciben tinta). La imagen se pasa al papel utilizando la presión de una prensa vertical. El papel rescata la tinta y se produce la estampación.
Es la técnica de obtención de múltiples copias de la misma imagen, en la que se emplea como matriz una madera. Sobre la misma, se construye la imagen tallándola mediante "cuchillas y gubias", con las que se rebaja la superficie, obteniéndose huecos que serán las zonas que no recibirán la tinta. Cuando se ha terminado de tallar la imagen, se entinta la matriz con un rodillo, que deposita la tinta en toda la superficie de la madera, (los huecos tallados con las gubias no reciben tinta). La imagen se pasa al papel utilizando la presión de una prensa vertical. El papel rescata la tinta y se produce la estampación.
NOTA: En el estudio sobre los Barquitos de Buenos Aires hay suficientes gráficas que ilustran, los trazos, las herramientas utilizadas, las diferencias entre trazos de buril y los realizados sobre la madera.
Como ya mencioné al comienzo, sólo un estudioso (quizá el mejor, el Dr Leonardo Lowey) destaca que el grabador (Pipet) cortó las planchas (para producir ocho) ya que era muy dispendioso limpiar las zonas que estaban dentro de los sellos. Con el BURIL en la mano sería muy lógico pensar así.
Poco me cuesta imaginar la limpieza de la cara de Ceres, toda blanca, ¡con un buril! Caben dos posibilidades. La primera; hizo ocho clisés -por separado- para no correr peligro, ya que “limpiando” la zona del clisé número 8, por ejemplo, se le podía deslizar la herramienta –lo que es bastante normal sobretodo para alguien que no es experto-, y si eso sucedía, dejaría una enorme línea sobre el cobre o madera, que seguramente alcanzaría a los otros grabados de la plancha destrozando todo el trabajo. La segunda; dada la separación entre los sellos quizá se atrevió a grabar los sellos en un mismo bloque de madera.
A pesar de lo adivinatorio de estas posibilidades, me inclino a pensar que esa tremenda separación entre los ellos fue para grabarlos en un solo bloque, limpiando todo el resto de la madera (excavando los blancos) ya que de ese modo componía la plancha completa de impresión, es decir el primer clisé de impresión. Propongo esa alternativa ya que si tenían, como todos dicen, los ocho grabados separados, o sea grabados en forma individual, porqué los montaron a tanta distancia unos de otros? No tiene ningún sentido.
Notas del Sr.Walter Bose.
Uno de los directos parientes del Sr Pipet, su bisnieto, dice que: Walter B.L.Bose en la Revista de Correos y Telecomunicaciones Nº 33 dice que existe UNA SEGUNDA PLANCHA (afirmación hecha en 1940) actualmente en poder del Señor Carlos Miranda Gallino, la cual consiste al parecer en una sola plancha de metal. Don Martín Miranda, su primer poseedor, en una carta dirigida al Dr Juan Ramón Mantilla, decía: “La adquirí por compra que hice al Gobierno de esta provincia (Corrientes) encontrándose esa plancha en el Archivo de Gobierno en 1883.......
El estudioso señor Bose sigue diciendo:..”ante las características de la segunda plancha, nos inclinamos a creer que se trata de la reproducción de la plancha original y primitiva (HOY PERDIDA. Estuvo hecha en 1883, en reemplazo de la primera. Se aclara todo con una afirmación rotunda...”Sin duda es la sola y única plancha que hoy se conoce”. A esa plancha se debió referir el Dr. Lowey cuando afirma, en 1988, que imprimió una lámina que le prestó Martín Miranda. En el estupendo compendio que hace el Jefe de la Sección Administrativa de Correos, el Sr. Antonio Deluca, agradece la atención del señor Carlos Miranda Gallino que permitió fotografiar (o que haya facilitado la fotografía ) de la plancha de Corrientes que obraba en su poder.
A pesar que es la fotografía mejor reproducida que he visto, la placa de metal no se ve.
Es más, parece que entre las dos filas de clisés se viera la veta de la madera. Si es así, (y eso sólo se sabrá cuando algún día aparezca la matriz), y no hay ninguna plancha de metal, ¿qué función cumple el tornillo?
A pesar que no veo en la foto la plancha de metal es prudente pensar que tornillo evidenciaría su presencia.
O quizá- y espero me sea aceptada la posibilidad- la madera no era “un bloque” de lapacho sino dos, y el tornillo “ajustaba ambos pedazos, para lograr la altura requerida por la prensa.
Me parece extraño que Bose en el año 1940 comentara que la única matriz de impresión que existía en ese momento estaba compuesta de una sola placa de metal ya que sin duda debió ver el estudio de Antonio Deluca hecho un año después de sus escritos.
Tengo demasiadas preguntas y muy pocas respuestas. Si Bose no escribió nada al respecto en años posteriores, quiere decir que el poseedor de la placa le dio a Deluca una fotografía y no la plancha. Era una época en que no era usual herir suspicacias y así, como al pasar, se decían cosas como...”actualmente en Alemania”...”se perdió.., la vendí...etc.” De todas maneras ese no es el punto determinante de este estudio. Mi interés especial es la confección del grabado original (los grabados originales).
Se advierte con claridad en esta fotografía que las zonas más amplias de lo excavado en los clisés, es decir la cara de Ceres, está arrasada por una herramienta que no es un buril, sino un simple y pequeño formón de grabador o carpintero. Las líneas del buril hubiesen dejado una huella como de arado en el fondo del clisé.
Las anteriores observaciones definen la importancia de contar con la plancha de impresión para observar esa “limpieza” del fondo del clisé. Es la única zona en donde la huella mostraría la calidad de la herramienta utilizada. (Por desgracia no estaban en Buenos Aires cuando finalicé mi arqueológica búsqueda)
(En la fotografía se produce un engaño óptico notable; pareciera que las zonas de cada grabado que
aparecen en blanco fueran las excavadas por el grabador y es todo lo contrario. Debido
probablemente a la luz colocada para la toma de la fotografía, aparece que la superficie de cada clisé
está en blanco. Con ojos de grabador eso es una aberración ya que basta ver la estampilla para
advertir que lo que está blanco es el interior de la cabeza de Ceres y no sus alrededores. Es más, la
otra zona de evidencia son las letras de la palabra CORRIENTES. En la foto aparecen en negro!
aparecen en blanco fueran las excavadas por el grabador y es todo lo contrario. Debido
probablemente a la luz colocada para la toma de la fotografía, aparece que la superficie de cada clisé
está en blanco. Con ojos de grabador eso es una aberración ya que basta ver la estampilla para
advertir que lo que está blanco es el interior de la cabeza de Ceres y no sus alrededores. Es más, la
otra zona de evidencia son las letras de la palabra CORRIENTES. En la foto aparecen en negro!
O las líneas de la palabra tienen algún material especial ( no creo que haya sido la tinta pegada de las
últimas impresiones) sino el efecto de la luz que no penetró en dichas líneas - por estar hundidas en el
metal- y por supuesto quedaron en negro en la foto.)
últimas impresiones) sino el efecto de la luz que no penetró en dichas líneas - por estar hundidas en el
metal- y por supuesto quedaron en negro en la foto.)
Fotografía de la placa en negativo (invertida)
Al invertir la fotografía se ve con claridad el sello con la imagen espejada (en la impresión quedaría mirando hacia la izquierda del espectador)
DETALLES COMPARATIVOS ENTRE LOS SELLOS
Llegado a este punto quiero regresar, ahora con las reproducciones de la estampilla y del clisé por delante, a que el lector “vea con mis ojos” las zonas interiores del clisé.
a: las zonas blancas, que en la foto aparecen negras.
b: comparar el sello con el de Francia, que le dieron como modelo, y también a analizar sellos de otros países con las mismas características (orla griega, puntos, y características a veces idénticas a las del sello de Corrientes y de Francia)
Son tan perfectas los espacios blancos creados, dibujados y grabados por Jacques-Jean Barre en Ceres de Francia, que parecieran que fueran dibujados y fotografiados y no grabados por un buril.
Advierto que sobre la realización del sello francés conozco muy poco y he visto el original presentado para aprobación en un estupendo dibujo a pluma (con tinta china) donde curiosamente la cara de CERES mira hacia la derecha –en el sello ya impreso la cara mira hacia la izquierda. Durante mucho tiempo supuse que este comentario es de muy poco valor ya que la fotografía que encontré puede haber estado “espejada”, pero sucede que me enfrenté con una leyenda abajo del dibujo que al espejarse quedaría al revés.
O sea que el grabador Barre grabó la imagen “al revés” de cómo fue presentada. No tengo más documentación que ofrecer y sería estupendo que alguien me pudiera aclarar ese hecho.
Claro está que las palabras en el sello fueron cambiadas ya que en la estampilla impresa aparece REPUB FRANC y no POSTES como en el dibujo. Pero eso también es internet y su información a veces inexacta. De todas maneras está en duda aún si la cabeza tenía que mirar hacia la izquierda. Es evidente al observar las perfectas líneas de la estampilla francesa que más allá que el grabador era “lo mejor de Francia” (Grabador general de la Casa de Moneda de 1842 a 1855) es mucho más sencillo grabar una línea recta que una curva.
Sobre las líneas rectas en el sello de Corrientes:
En el sello de Corrientes para grabar estas líneas existen dos posibilidades o se utilizó una gubia para madera (típica herramienta que existen en todas las cajas de carpintero) y se arrastró produciendo la incisión o simplemente se utilizó una cuchilla bien afilada. Con la cuchilla se hacen dos incisiones al estilo de un bisturí, y con leve presión se levanta la madera que queda entre ambos cortes. Sólo se utiliza una regla para que las líneas no se torcieran.
Sigo exponiendo algo más sobre mis asombros. No he podido encontrar en la literatura que existe desde Marcó del Pont (1901) nada que llevara a alguien a repensar o a mostrar siquiera alguna duda sobre los siguientes temas:
Los sellos se imprimieron ¡durante 24 años! Todo un récord! Hay demasiados escritos en ese sentido; las disputas provinciales versus las nacionales, las guerras, los distintos mandatos, gobernadores, presidentes y un sin fin de acontecimientos como ser que en Buenos Aires se imprimían sellos que se habían fabricado en Londres con preciosos grabados. Hubo órdenes explícitas dirigidas al gobierno de Corrientes y cartas van y vienen, hasta que por fin el 11 de Septiembre de 1880, se suspendieron las emisiones. Mientras tanto ocurrió lo siguiente: Se siguió imprimiendo en un solo color de tinta...negra...y en los mismo burdos papeles de colores, que al parecer debían ser cambiados según se iban produciendo las nuevas tarifas de franqueo (cosa que tampoco sucedió)
El papel elegido era de uso utilitario para envolver productos, algunos llegaban de Europa y probablemente en Buenos Aires se utilizaba para empaquetar el azúcar, de hecho así se le llamaba; “Sugar Paper”. Papel de seda decían otros, también lo llamaban papel de arroz, y como no podía ser de otra manera en la Argentina se lo denominó, ”papel de barrilete”.
Dice Lowey que luego dicho papel se compraba en la ciudad de Corrientes.
En la más completa compilación que existe “Bibliografía de la Imprenta del Estado de Corrientes desde sus orígenes en 1826 hasta su desaparición en 1865” obra de Manuel Figuerero, queda comprobado que se hacían todo tipo de impresos, con mención de las variedades de papeles utilizados, además del tradicional papel periódico.
El Doctor Deniri me hace llegar una copia de su magnífico estudio paleográfico sobre el periódico más antiguo que custodia el archivo general de la provincia de Corrientes. Se evidencia que había clisés en las publicaciones.
NOTAS DESTACADAS
El Dr. Marcó del Pont en 1901 no estaba seguro que hubiera sido una plancha de cobre.
Para que un estudioso como Marcó del Pont haya dicho eso en la “Revista” quiere decir que no creyó en las historias contadas hasta ese momento. El resto de las historias tradicionales sobre la creación del sello parten de ese estudio del Dr Marcó del Pont.
Deduzca el lector la importancia fundamental de este comentario. Fue, ante la evidencia del grabado de Ceres, una de las principales motivaciones que he tenido para comenzar esta investigación.
RESUMEN DE LA TEORIA:
POSIBILIDADES SOBRE LA CONFECCION DE LA MATRIZ ORIGINAL
1- Si en la imprenta se hacían clisés por el sistema de estereotipia, ¿porqué se hicieron ocho y no un sólo grabado?
2- Si no se hacían clisés, de dónde salieron los que Coni utilizaba en las portadas de sus libros Probables respuestas: se hacían en Paraná o en Buenos Aires o eran clisés ornamentales y formaban parte de la imprenta. Es posible.
3- La historia detalla que desde 1826 se imprimía papel moneda en la misma imprenta.
4- Si aparecen grabados (clisés) en los periódicos y/o libros que editaba la imprenta de Coni, que estuvieran hechos en la misma ciudad de Corrientes, (anuncios especiales por ejemplo) habría que suponer que fue el apuro o la falta de algún elemento para hacer los clisés (?) (no me imagino otra cosa) el motivo por el que se pidió la confección de ocho grabados, es decir...la plancha de impresión.
5- EL APURO: Si el apuro fue la motivación principal es mucho más sencillo grabar POR SEPARADO cada “taco=trozo” de madera, alinearlos de manera especial y producir un clisé por estereotipía (ya sea con yeso para hacer primero un molde o con cartón donde luego se volcaría el metal) o directamente producir los ocho grabados sobre la madera, –que fue lo que creo que sucedió– dejando suficiente espacio entre ellos para no correr riesgos de las llamadas “escapadas de la herramienta” –que a todo xilógrafo alguna vez nos ha sucedido.
6- Esa posibilidad es bastante lógica en el supuesto que como decía Bose: ….“Hubo una plancha primigenia, antes de la reproducida por Deluca.”
7- Desde mi punto de vista, toda la historia gira alrededor de esa primera plancha. En el estudio del Sr. L Pérez Hernández aparece como misterioso ese hecho (por lo poco mencionado -salvo el artículo de referencia- que merecería ser estudiado más a fondo). Es el único estudio que declara que se montaron los 8 clisés en madera, que forman la plancha, etc.
8- Con esa sola mención no me quedaba claro si quería decir, como yo digo hoy, que eran grabados en madera. Luego aclara en su estudio….”La plancha de estos sellos era SIMPLEMENTE UN BLOC DE MADERA SOBRE EL CUAL SE GRABARON LOS OCHO CLICHES , (y agrega Hernández…) …”con absoluta independencia de leyes estéticas y geométricas”.
9- Definitivamente se ven los trazos de otras herramientas distintas al mencionado buril. Son evidentemente, cuchillas y gubias.
10- Es demasiado suponer la existencia de una o varias planchas de COBRE y buriles para metal, en una imprenta en la que no se hacían clisés.
Libros editados en la misma imprenta. Ver clisés en las portadas.
11- En ninguna parte he leído que los clisés de impresión eran de cobre.
Se desprendía de los textos (le entregaron una placa de cobre. La cortaron en 8, etc.) El cobre impreso a presión (tipográfica) es muy débil para aguantar golpes durante tantos años.
12- Tiene que haber existido otra plancha y por galvanoplastia años después, se hizo una nueva matriz y se corrigieron detalles (los ojos por ejemplo).
13- ¿Un aprendiz y quizá dedicado a producir pan, manejando un buril? Muy difícil, por no decir imposible.
En cambio una cuchilla bien afilada y una gubia de artesano carpintero son de muy fácil manejo y también muy lógico que existieran. El Cap. Jewell asegura con ironía, dada la fechoría cometida, que Matías Pipet era un experto en el manejo del cuchillo.
En cambio una cuchilla bien afilada y una gubia de artesano carpintero son de muy fácil manejo y también muy lógico que existieran. El Cap. Jewell asegura con ironía, dada la fechoría cometida, que Matías Pipet era un experto en el manejo del cuchillo.
14- Las líneas realizadas con un buril tienen que tener, casi siempre y forzosamente, anchos diferentes (ya que la presión al manejar esa herramienta deja un surco a veces más ancho y/o más delgado) y mucho más en el caso de un grabador poco experto. Ver el pelo de CERES (en el sello francés).
Comienza muy delgado... se va engrosando, ofrece la sensación de ondulado, y luego, casi sin presión en la mano vuelve a adelgazarse la línea.
15- Las líneas del cabello en el sello de Corrientes -parte superior e inferior- tienen el mismo ancho, son trazos de una herramienta de carpintero.
16- Es casi inverosímil que las líneas rectas del cabello superior estuvieran hechas “a la ligera” y que los laureles de la corona, mucho más anchos y bien dibujados, fueran hechos con un buril. Es fácilmente detectable la presencia de una gubia, tanto para los laureles como para las perlas que rodean la cabeza.
O sea...¡Fueron las herramientas las que determinaban la posibilidad de los trazos!
17- Tampoco cabe discutir si los buriles servían o no para excavar la madera. Los hay, claro está, pero no sé si los había en la imprenta. Sigue siendo hoy en día una herramienta algo sofisticada.
18- Los trazos delgados pudieron haber sido hechos
con buriles para madera o con gubias. Me inclino
más por estas últimas ya que se alcanzan a ver los
trazos decididos de una forma redondeada (la base
del cuello en los ocho grabados están hechas de un
solo impulso.
19- Si la limpieza (los blancos) de la cara de CERES se hubieran hecho con buriles deberían haber quedado trazos de la herramienta en su interior, en el fondo de los clisés. Pero se advierte en la fotografía existente, la presencia de una herramienta similar a la de un formón de carpintero.
De haber sido un buril se verían los rastros del “arado” que hubiera producido la herramienta.
Ver ejemplo en el fondo de la plancha “Liechtenstein”del "Barquito" de Buenos Aires.
20- Más inverosímil aún es el trazado del círculo que rodea la cabeza. Si vemos dicho círculo en la estampilla francesa, se puede advertir el finísimo trazo del buril y la mano experta del grabador.La forma de la cabeza delineada previamente, burdamente delineada, es característico del temor de los principiantes grabadores. Esa gruesa linea extraída de la madera cuidaba que luego, al grabar los trazos de los cabellos la herramienta no se disparara.
Ver la delicadeza de Ceres en el sello francés, en donde el graba tiene con una línea imperceptible y en otro espacio ni siquiera la tiene.
En cambio en Corrientes, el ancho del círculo parece, comparativamente, estar hecho con una retroexcavadora.
Hasta aquí llegan las explicaciones sobre detalles técnicos sobre la manufactura de los grabados.
Ahora dedicaré un capítulo para definir la propuesta de este estudio que incluyen ciertos atrevimientos que harían sonrojar al mismísimo Dr. Marcó del Pont.
DEFINICION DE LA PROPUESTA
Alternativa 1: (la más sencilla, que suele ser la más acertada)
Se imprimió la primera serie de Un Real M.C directamente de una plancha xilográfica, completa sin clisés sueltos. O sea un grabado en madera donde el grabador dejó suficiente espacio entre los sellos para no correr riesgos de “escapadas de herramienta”.
Es la primera vez que alguien se atreve a proponer esta teoría.
Creo que no es una "loca teoría" ya que los apuros del momento, la aprobación del gobernador y la única reproducción que encontré de las composiciones completas (ver Kn 1958) me hacen pensar que las primeras impresiones fueron hechas desde LA PLANCHA DE MADERA.
Luego, supongo que a los pocos días, ya solucionados los temas que impidieron hacer un clisé desde un solo grabado, se hizo una plancha completa (molde) y se ajustó a la madera de quebracho. Como quedó dicho, es probable que la haya hecho el grabador Figari.
¡Los espacios entre los sellos quedaron igual porque era la misma plancha! Digo ..”quedaron igual” porque para ello sería necesario comparar la hojita del UN REAL M.C. que reprodujo Kneitschel, con otra hojita para tratar de advertir la presencia del tornillo central o no, y detallar además la calidad de ambas impresiones.
En ese momento aparecieron los famosos tornillos para fijar la plancha (molde de la primera) a la madera y continuar la impresión que conocemos.
Luego llegó el momento de eliminar la leyenda UN REAL M.C (1860) y como dice el Dr. Leonardo Lowey la plancha ..”puede haber sufrido” y se cortaron los clisés colocándolos “en forma parecida”. De esa manera aparecieron los clisés sueltos y no se fijaron de la misma manera –ver producto de las diferentes composiciones.
En ese momento se compuso lo que se llamó la única plancha que estaba en poder de la familia Gallino Miranda, –hasta donde supo el Dr. Lowey. He expresado repetidamente que no veía en la estupenda fotografía que aparece siempre reproducida, la plancha de metal y sí las vetas de la madera.
ATREVIMIENTO
No pude dejar de arriesgar esa seria probabilidad.
No he encontrado sino una sola reproducción impresa por Víctor Kneitschel en su catálogo de 1958 (página 173) de la primera composición con la leyenda UN REAL M.C.
Basándose en que era UNA PLANCHITA DE METAL todos los estudiosos no prestaron atención a que en los bloques impresos con los ocho sellos y en las distintas composiciones (como ejemplo ver Knietschel 1958, páginas 174 hasta la 185) todos estaban con la leyenda UN REAL eliminada.
¿Querrá decir que la mayoría de las impresiones de grupos de 8 y de 32 sellos fueron hechas después de 1860 cuando cambió el porteo?
Sería bueno identificar algún grupo de sellos de la llamada composición 1 –con leyenda UN REAL M.C– donde se evidencie por los rastros de tinta el tipo de impresión. Escribo esto porque, como todo el resto de la propuesta, espero que pueda ser rebatida y probada.
¿Cómo se puede probar esto? Mirando con un simple escáner y no mucho conocimiento, si los EMPASTES de la tinta son más o menos pronunciados que los posteriores producidos ya desde clisés metálicos de la primera plancha con estereotipos...(la plancha primigenia desaparecida).
Probablemente la tinta debe estar más espesa y seguramente se vea expandida en los bordes de los sellos. Supongo que cuando se hizo el cambio y se imprimió desde el metal, la segunda emisión la tinta aplicada debió ser mucho más suave dado que se deslizaba sobre el metal. La idea es que los rodillos conque se aplicaban las tintas dejan menos tinta en el metal que en la madera. Por favor estudiosos...miren ese detalle!
Por lo anterior sugiero que : apenas realizados los grabados, seguramente por Pipet, sobre un bloque de madera, se fabricó UNA PLANCHA DE METAL EN ESTEREOTIPIA que es la que los estudiosos como Bose dicen que existió y el grabador Figari pudo haber confeccionado.
Esa explicación resume toda mi teoría, es decir:
SE GRABÓ EN MADERA. XILOGRAFÍA. Los sellos demasiados separados por seguridad.
SE IMPRIMIERON ALGUNAS PRUEBAS DIRECTAMENTE DE LA MADERA Y/O SE HIZO UNA MATRIZ DE METAL PARA IMPRIMIR EN TIPOGRAFÍA.
Sólo restan, desde mi punto de vista, adelantar respuestas a algunas preguntas de alguien interesado y reiterar ciertas preguntas que yo mismo me hago, ya que “el cuerpo del delito” (la plancha de impresión) todavía no aparece.
¿PORQUE OCHO CLISES Y NO UNO?
Dos respuestas posibles que se me ocurren :
a) El apuro o la falta de algún elemento para producir los clisés.
b) … Tranquilo Don Coni –dijo Pipet–…yo le fabrico la plancha completa en una semana.
ME GUSTARIA.
Espero tener vida para poder ver la plancha de impresión, y revisar el fondo de la cabeza de Ceres para constatar cómo estuvo desvastada esa zona y de paso, revisar, el material de los clisés (zinc, aleación, con estaño o cobre). Y claro está, también para que alguien en París o en Posadas, o en Alemania, alguien descubra una caja de cigarros que había dejado el abuelo y aparezca dentro de ella, una plancha de impresión con ocho grabados en madera y al dorso firmada por PIPET. Y finalmente aceptaría gustoso que algún coleccionista interesado pudiera estudiar la llamada por Knietschel, Composición 1 y comparar sus detalles de impresión, con la de otras composiciones y/o sellos sueltos para determinar si los de Corrientes fueron los primeros sellos del mundo en ser impresos directamente desde una placa de madera, es decir desde una xilografía original.
PARA FINALIZAR, MI HOMENAJE A OSCAR PODESTÁ.
Un gran tipo. Una inmaculada pinta que le hacía parecer un seductor actor de cine.
Lo conocí ya de andar lento y sereno disfrutando de las mañanitas de sol de Buenos Aires. De cuidado bigotazo y sonrisa generosa todavía lo veo levantarse detrás de su escritorio en el local
de la calle Maipú y con cálido tono de voz, decirme con alegría de cada visita mía…Paleeeeyyyy. Este estudio es producto de su aliento e insistencia. Más que vanagloriarme con sus palabras quiero dejar constancia de su letra manuscrita ante los primeros esbozos de este estudio.
(Guardo parte de las conversaciones que sostuve con el, y que registré en mi vieja casetera, allá a finales de los 80’)
Al final de mi primer escrito, Podestá escribió estas líneas de aliento y como cosa curiosa se adelanta treinta años a las referencias que hago al final de este estudio hacia la falsabilidad enunciada por Popper.
Como dije al principio de este relato, también llamado atrevimiento, trataré hasta donde llegan mis conocimientos e intuiciones de probar una teoría. Me place repetir a continuación, lo que está escrito al final del estudio sobre los Barquitos de Buenos Aires.
Apreciados amigos:
En este estudio, como en el de la matriz de impresión de los sellos de Corrientes los temas relacionados con la utilización de las herramientas, la forma que adoptan y se realizan los grabados, son idénticas.
Como pienso dar a conocer ambos estudios al mismo tiempo, (nota de 1999) ruego sepan disculpar las repeticiones e insistencias sobre las diferencias entre lo que la historia cuenta, es decir ....”los grabados fueron hechos sobre metal, con buriles, etc etc..” y empecinarme en demostrar la diferencias entre lo que se dijo y mi propuesta sobre que en realidad son los dos primeros sellos cuyos originales fueron grabados sobre madera sea cualquiera el sistema que se adoptó luego para la impresión definitiva de los sellos. No es una versión aproximada a la realidad...es totalmente OBVIO que hubo una gubia grabando el sello.
Esperaré, sentado por supuesto, que alguien, en alguna parte, me envíe una “superfotografía” del cuño de los Barquitos así como de la plancha de Corrientes.
Estos textos fueron escritos, dormidos y vueltos a dormir durante muchos años. Es por ello que las menciones románticas acerca de las primeras impresiones, mi hijo Iván, acompañante de esas horas, los detalles que en nada tienen que ver con un estudio filatélico tradicional, se debe en este caso a que jamás tuve la intención de hacer un estudio para competir con otros. Simplemente estas son las letras de un grabador filatelista mucho más que las de un filatelista-grabador.
Una vez más, espero que el que conozca mucho acerca de los Barquitos y Corrientes, encuentre más motivos para gustar de ellos. Y el que de casualidad se encuentre con estos textos, por lo menos aprenderá algo acerca de las técnicas de grabado e impresión.
Quien empieza a ver el mundo, en un momento dado, de una manera diferente a la usual, revela que en él se ha operado una transformación más profunda. Nuestra óptica, nuestra manera de ver las cosas, está más íntimamente unida a nuestra existencia que la reflexión, y la diferencia de opiniones es algo de secundaria importancia en comparación con el abismo que separa las diversas concepciones del mundo. No estoy tratando de evitar ningún punto de vista, simplemente quiero expresar que si se quiere captar la esencia de un hombre, es necesario darse cuenta exacta de la inmediata posición de la óptica de ese hombre y no darse por satisfecho con reflejar sus reflexiones.
Hay que aprender a ver con sus ojos. Este es mi intento y mi propuesta.
En Bogotá, Septiembre de 2009. —Revisado, Barcelona 2019.
Marcos Paley
marcospaley@gmail.com
¿Qué tiene que ver el sello de Corrientes y el de Barquitos con los filósofos Ludwig Wittgenstein y Karl Popper ?
Estos dos filósofos, probablemente los más importantes del siglo XX crearon lo que son las bases principales de la metodología científica. “El principio de verificalidad” (Wittgenstein) y la Teoría de la Falsación (Popper).
Popper plantea que por muchas pruebas que tengamos para apoyar una teoría, nunca podemos estar seguros de que la siguiente observación no será incompatible con ellas. De esta forma, una contrastación basada en observaciones particulares, aunque éstas sean muy numerosas, lo único que hace es no refutar la teoría, pero no demuestra que sea verdadera. En este sentido, Popper afirma: “Las teorías no son nunca verificables empíricamente. Si queremos evitar el error positivista de que nuestro criterio de demarcación elimine los sistemas teóricos de la ciencia natural, debemos elegir una criterio que nos permita admitir en el dominio de la ciencia empírica incluso enunciados que no puedan verificarse”
La principal aportación metodológica de Popper, puede resumirse de la siguiente forma; aunque una teoría no puede ser verificada, sí puede ser falsada, es decir, si el conjunto de observaciones favorables no puede demostrar la veracidad de una teoría, un hecho contrario a ella, puede demostrar que la teoría es falsa.
A partir de aquí, Popper establece un criterio de demarcación, distinguiendo entre la ciencia y la no-ciencia, concluyendo que a una teoría se le otorga el carácter de científica si es susceptible de ser falsada, en caso contrario, no es científica
“Estas consideraciones nos sugieren que el criterio de demarcación que hemos de adoptar no es el de la verificabilidad, sino el de la falsabilidad de los sistemas. Dicho de otro modo, no exigiré que un sistema científico pueda ser seleccionado, de una vez para siempre, en un sentido positivo, pero sí que sea susceptible de selección en un sentido negativo por medio de contrastes o pruebas empíricas, ha de ser posible refutar por la experiencia un sistema científico empírico” (Popper, 1962)
1. La naturaleza científica de una teoría se determina por su susceptibilidad a la falsación.
2. Una nueva teoría, para que se aceptada, deberá siempre contener mayor contenido empírico que sus predecesoras.
3. Una nueva teoría aceptada debería ser capaz de explicar todos los éxitos pasados de sus predecesora.
4. Las teorías deberían siempre ser contrastadas tan rigurosamente como sea posible.
5. Una teoría que ha sido experimentalmente refutada debería ser rechazada.
6. Cualquier teoría refutada no debería retomarse en una etapa posterior.
7. Una teoría inconsistente es inaceptable.
8. Deberíamos minimizar el número de axiomas a emplear.
9. Cualquier nueva teoría debería ser contrastable independientemente.
Se trata, en definitiva, de una teoría del ensayo de la prueba y error, de conjeturas y refutaciones, en virtud de lo cual “las teorías científicas no son una recopilación de observaciones, sino que son invenciones, conjeturas audazmente formuladas para su ensayo y que deben ser eliminadas sin entrar en conflicto con observaciones que, además, raramente serán accidentales, sino que se las emprende, como norma, con la definida intención de someter a prueba una teoría para obtener, si es posible, una refutación decisiva”
O sea:
Algunos de los resultados del presente estudio pueden ser falsos. Yo no lo creo. Habrá que probarlo
Información sobre artículos aparecidos en las revistas de la Sociedad Filatélica Argentina.
En las selecciones filatélicas Tomo 17 se publican una serie de recopilaciones de artículos y estudios publicados en las revistas de la Sociedad Filatélica Argentina. En alguno de ellos un estudioso, el Sr Pérez Hernández- del Paraná- detalla ciertos datos que me parece fundamental destacar en este aporte mío.
Es sorprendente que nadie se haya ocupado de investigar sus afirmaciones.
Este estudioso publica algo en la Revista de la sociedad filatélica y es “atacado” por Pablo F Coni, hijo de Pablo Emilio Coni.
Entre otras, el Sr Hernández decía que el verdadero promotor de la creación de los sellos era el Sr José María Aguilar, a la sazón administrador del correo….
El descarado enfrentamiento del Sr Coni hijo se debió a que trataba 50 años después de destacar que le verdadero promotor=creador de la primera estampilla de Corrientes fue su padre y hace hincapié en que …”dada la lucidez de memoria de mi padre, CREADOR DE LOS SELLOS …etc.
El amor filial todo lo puede!
Casi al final de sus “rectificaciones” Coni me hace lagrimear de alegría…
Dice en defensa de la plancha de metal, que se ven los tornillos que la ajustaban y repite la historia que conocemos hoy día.
Sigue diciendo, para probar el error de Marcó del Pont, que…”al grabarse SOBRE MADERA se hubiese escogido un trozo que tuviera la altura necesaria para ser impresa en tipografía…(como si eso fuera imposible) y agrega que “ estas razones las creo harto suficiente para no dudar de lo aseverado POR EL CREADOR* del primer sello
argentino…(es decir su padre!).
El Sr Pablo F. Coni termina con otra aseveración…”El Sr francés a que alude el articulista (Hernández) era no cabe duda el director de la imprenta del estado, mi padre, quién fue el que tuvo la idea de la creación de los sellos y la sometió al gobernador Pujol para su aprobación”.
Es simpático advertir la defensa histórica del ancestro familiar.
Nadie que yo sepa estudió, buscó, y mucho menos afirmó que las cosas pudieron ser de otra manera. Después de Marcó del Pont a comienzos del siglo XIX nadie volvió a “revolver los papeles”.
Dice Coni en sus RECTIFICACIONES:…” Vanamente en verdad ha inquirido el nuevo historiador de los sellos de Corrientes (se refiere al Sr. Hernández) el nombre del grabador que dibujó y preparó los ocho clisés de MADERA, pues sólo consiguió saber que fue un señor Francés que tomó como modelo la emisión francesa (CERES).
Sigue Coni…”Cuán mal informado ha sido el autor, pues sabido es que el grabador de estos sellos ES ITALIANO y que el grabado cremos fue hecho sobre una planchita de cobre. (Las mayúsculas son mías).
A continuación detallo algunas de notas con las que La Sociedad Filatélica contesta en su revista a las reclamaciones del hijo del Director de la imprenta de aquel entonces, Pablo E. Coni.
a: ”disentimos a la aplicación de ese criterio absoluto, indubitable, que desea predomine…”
b: …”no tratamos de cohonestar los errores en que haya incurrido el Sr. Hernández…”
c: abreviado…(el Sr Hernández firma el artículo y de hecho se hace responsable del mismo.)
d: “ ¿ Qué mal puede resultar de ello cando la discusión y disidencia que surge contribuye a hacer prevalecer precisamente las aseveraciones de la verdad? El mismo Sr. Coni nos proporciona con sus rectificaciones prueba concluyente de lo que afirmamos, por más que juzgue con todas las severidades de la crítica, el trabajo del Sr Hernández…? etc
e: Refiriéndose al Sr Coni y sus rectificaciones…”no obstante el espíritu de cierta intransigencia que lo caracteriza…”
No he podido no puedo encontrar otras “pistas sobre el contenido del estudio” del Sr L. Pérez Hernández, sino las que el mismo hijo de Coni ofrece en sus:
RECTIFICACIONES.
Entre esas ellas, anota el hijo de Coni (Pablo F. Coni) la frase del Dr. Marcó del Pont en 1901 donde hacía reservas sobre si la plancha original de impresión o la grabada era o no…DE COBRE (no puedo decir a cuál se refería). Y no sólo eso, sino que se permite desconocer la frase que debió ser para Kneitschel y otros estudiosos motivos de investigación.
Para finalizar con las teorías sobre los escritos, me remito como principal fuente a los estudios hechos en 1901 y 1912, del Dr Marcó del Pont.
Afirma el Cap Jewell que: “Así, a partir de esa publicación, los estudiosos de la Argentina tuvieron una base firme y sólida para hacer sus colecciones y seguir sus estudios”.
O sea …nadie más se dedicó a estudiar la duda que le cabía al Dr. Marcó del Pont.